martes, 8 de septiembre de 2009

.-.

Hoy no tengo ganas de escribir...pero quería poner una entrada porque esta asi como muertín, aunque paso mucho por aca, en verdad lo tengo todo el tiempo abierto por la música *----*
Me la paso buscando los videos de las canciones que tengo para ponerlos xD.
BTW les obligo a que escuchen las canciones ò.o igual buscan alguna que quieran..estan por orden, fácil.

Emmm nose, hoy me desperté tempranisimo y ahora me muero de sueño.
Algún día escribiré algo de La Ladrona de Libros, que por cierto TODOS tienen que leerlo.
Ahora creo que iré a leer un rato y a dormir hasta las 16:30 o las 17:30 que me viene a buscar mi madre, aunque creo que vendrá a las 16:30 porque el día está medio feo...

Bueno dejo la letra de Hurt (creo que voy a ir dejando letras de canciones tipo el flog..pero no tan seguido O.O solamente de las canciones que me pegan en ese día)

Algún día escribiré algo lindo y lo subiré...pero ahora no que el maldito post drama de Mischa me quitó toda la inspiracion, fucking post.
Creo que lo subiré algún día por aca, aver si se trata de subirlo y me viene la inspiración, quizá y es porque está guardado .-.

Bueno fue el delirio se cuidan, aunque dudo que muchos lean esto :/.

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Seems like it was yesterday when I saw your face

You told me how proud you were but I walked away
If only I knew what I know today

I would hold you in my arms
I would take the pain away
Thank you for all you've done
Forgive all your mistakes
There's nothing I wouldn't do
To hear your voice again
Sometimes I want to call you but I know you won't be there

I'm sorry for blaming you for everything I just couldn't do
And I've hurt myself by hurting you
Some days I feel broke inside but I won't admit
Sometimes I just want to hide 'cause it's you I miss
You know it's so hard to say goodbye when it comes to this

Would you tell me I was wrong?
Would you help me understand?
Are you looking down upon me?
Are you proud of who I am?
There's nothing I wouldn't do
To have just one more chance
To look into your eyes and see you looking back

I'm sorry for blaming you for everything I just couldn't do
And I've hurt myself
If I had just one more day, I would tell you how much that
I've missed you since you've been away

Oh, it's dangerous
It's so out of line to try to turn back time

I'm sorry for blaming you for everything I just couldn't do
And I've hurt myself
By hurting you.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Recuerdo

Me levanto temprano moribundo, perezoso resucito, bienvenido al mundo. Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro, aburrido vigilo las caras de los viajeros: compañeros en la rutina y en los bostezos. Y en el asiento de enfrente, un rostro de repente, claro ilumina el vagón. Esos gestos traen recuerdos de otros paisajes, otros tiempos, en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro, aunque esos ojos, sin duda, son los suyos, más cargados de nostalgia, quizás más oscuros. Pero creo que eres tú y estás casi igual, tan hermosa como entonces, quizás más. Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad. Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores, del interrogante en tu mirada. La ciudad gritaba y maldecia nuestros nombres, jóvenes promesas, no, no teniamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros, buscando cualquier rincón sin luz. Agárrate de mi mano que tengo miedo del futuro, y detrás de cada huida estabas tú.
En las noches vacías en que regreso solo y malherido, todavía me arrepiento de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo. Y ahora que te encuentro, veo que aún arde la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo, para amarte.

Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto. Mirarte a los ojos, y tal vez recordarte, que antes de rendirnos fuimos eternos.


Me levanto decidido y me acerco a tí, y algo en mi pecho se tensa, se rompe.
-¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿Te acuerdas de mí?

Y una sonrisa tímida responde:

-Perdone, pero creo que se ha equivocado.

-Disculpe, señorita, me recuerda tanto a una mujer que conocí hace ya algunos años.

Y más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento, aburrido vigilo las caras de los viajeros: compañeros en la rutina y en los bostezos.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Vértigo

Recibiré postales, del extranjero, tiernas y ajadas.
"Besos, recuerdos.
¿Cómo están todos?
Te echo de menos...
cómo pasa el tiempo"


Seremos otros, seremos más viejos. Y cuando por fin me observe en tu espejo, espero al menos que me reconozca, me recuerde al que soy ahora.

Aquellas manos, aquella mujer. Aquel invierno no paraba de llover. Perdona que llegue tan tarde, espero saber compensarte.
-Estás tan bonita, te invito a un café.
-La tarde es nuestra, desnúdame.


Tras el relámpago te decía siempre "recogeré flores en tu vientre".
Otro hombre dormirá contigo, y dará nombre a todos tus hijos.
Ven acércate a mí, deja que te vea, que otras primaveras te han de llevar muy lejos de mi.

Vértigo que el mundo pare, que corto se me hace el viaje.
Me escucharás, me buscarás cuando me pierda y no señale el norte la estrella polar.

Las frías mañanas en la facultad, tu casi siempre huías conmigo al bar y me enfadaba si preferías el aula a mi compañía.
Sobre la mesa, botellas vacías, que sano es arrancarte esa risa, y ahora cambiemos el mundo amigo, que tu ya has cambiado el mío.
¿Qué haré cuando te busque en la clase, y mi eco me responda al llamarte?. Otros vendrán y me dirán que te marchaste, que te cansaste ya de esperar.

Vértigo que el mundo pare, que corto se me hace el viaje.
Me escucharás, me buscarás cuando me pierda y no señale le norte la estrella polar.

Y la ronquera, los traicioneros nervios que me atacan antes de cada concierto. Viejas canciones, antiguos versos, espero que tenga algún eco.
Y en el futuro espero compañero, hermano, ser un buen tipo, no traicionaros. Que el vértigo pase y que en vuestras ventanas luzca el sol cada mañana
Pero basta de lamentos, brindemos que es el momento. Que estamos todos o no falta casi nadie, que hay que apurar la noche que acaba de empezar.

Vértigo que el mundo pare, que corto se me hace el viaje.
Me escucharás, me buscarás cuando me pierda y no señale el norte la estrella polar.

Vértigo, Ismael Serrano

martes, 1 de septiembre de 2009

Mischa (Sam) Lecter

Anne Travis, una joven sumida en las drogas, una noche, como todas desde hacía varios meses, se encontró con sus amigos, mientras disfrutaban en el parque de las drogas.
Aquella misma noche Anne volvió sola a casa, ya que unas amigas suyas estaban peor que ella y los chicos decidieron acompañarlas a ellas antes que a Anne.
No supo como, pero aquella noche no volvió a su casa. Amaneció y se encontró en una habitación bastante espaciosa, tumbada en una cama con sabanas blancas, tal cual sería una nube, de no ser porque cuando se levantó y volvió a fijarse en la cama, su silueta se había quedado marcada con suciedad en la tela.

Gerard, un chico alto, de pelo negro y ojos oscuros, había recogido a Anne, evitando que pasara toda la noche a la interperie de la calle.
La joven se enamoró de aquel chico, perfecto. Cuidaba de ella, no dejaba que saliera, no hasta que se recuperara, pero la chica tampoco quería salir, prefería quedarse con el joven, quien parecía muy preocupado por que la chica fuese feliz y no le pasara nada malo.

Los chicos se enamoraron perdidamente el uno del otro, la chica sin poder explicar aquel hecho, no podía, no sabía lo que había hecho aquel chico para que cada noche volviera a su casa por sus propios pies y acompañando a alguna amiga que no podía ni con su alma.
Pero pronto la burbuja de la joven Anne se rompió, Gerard no era perfecto, ni mucho menos, aunque el insistiera en que era un monstruo, ella no lo veía así para nada, pero tampoco tenía la certeza de que fuese del todo inofensivo.
Aquel día Anne se dio cuenta de que su enamorado era, nada más y nada menos que un vampiro.
Pero aquello que él no podia soportar, el hecho de ser tan diferentes, a ella no le importaba, no entendía porqué tanto escandalo, había pasado un año juntos, sin separarse casi, excepto unos días puntuales, y no le había pasado nada, él no la había herido, es más, la había salvado de tener una vida desastrosa. Y por eso no lo dejaría, se había convertido en la persona que más le importaba en el mundo, y ella también lo había hecho para él.

···

Unos años más tarde, pocos meses después de que Anne soplara las 21 velas en su cumpleaños, siempre junto con Gerard, se enteró de que estaba embarazada, esperaba un hijo, un hijo que estaba segura que sería igual que su padre, o más bello aún.
Decidió contarselo a su hermana, Noa, la hermana mayor de la familia Travis, sus padres habían fallecido hacía unos años y solo se tenian entre ellos, también tenian, las dos, un hermano pequeño, pero se había ido a vivir solo el año anterior.
Al contarle lo del embarazo a Noa, tuvo que contarle lo que era Gerard, ya que a los tres meses su vientre parecía el de una madre a punto de parir.
La hermana de Anne no podía creer que el padre del que sería su sobrino fuese un vampiro, aún no lo entendía, no podía ser que alguien muerto pudiese engendrar a una criatura y que ésta criatura creciera tan rápido como lo hacía la confundía aún más.

El día en que Anne dio a luz Gerard había encontrado, después de mucha busqueda, un médico, un vampiro que se había especializado en ginecología, aquello ayudó bastante durante el parto.
Pero Anne era una simple humana, y no esperaba un solo hijo, sino que cuando el médico llegó le avisó que esperaba mellizos, aquello no se lo esperaba. Anne sabía, por lo que le había contado el doctor, que no podría salir viva de aquel parto, era muy difícil. Pero no le importaba, ella quería que sus dos hijos nacieran, costara lo que costara.

···

Dos años más tarde, la puerta de Noa sonó. La joven la abrió sin preguntar quien era antes y vio a el que había sido su cuñado por varios años, el joven vampiro cargaba con sus dos hijos, Mischa y Oliver, los dos dormidos.

No puedo cuidarlos Noa, sabes lo que soy, y sabes que no seré capaz de lograrlo, no si Anne ya no está-

La joven no puso objeción a lo que le decía el chico, estaba en lo cierto, no podía cuidarlos, era un vampiro, a Noa nunca le había gustado aquel dato de Gerard, pero lo aguantaba por su hermana, pero ahora que ella ya no estaba le daba igual todo lo bueno que le había dicho durante años.
Tomó a los dos pequeños y le dedicó una mirada bastante fría a Gerard, no se lo perdonaría, no le perdonaría el haber abandonado a sus hijos, ni tampoco el haber matado a su hermana, porque así era como ella lo veia, la culpa había sido de él.

···

Cuando los mellizos contaban con seis años, habían asistido a una fiesta, una muy importante, su tia Noa se casaba.
Nunca la habían visto tan feliz, y al verla así ellos también estaban contentos.
Los hermanos Lecter, habían querido mantener el apellido de su padre, se encontraban debajo de unas de las mesas donde se enocntraban los platos de comida y las jarras de bebida.
Nadie sabía donde estaban, solo ellos, y como todos los días, se dedicaban a hablar, hablaban de mil cosas, y nunca repetían tema.

¿Qué quieres ser de mayor?-
Tirano.-
¿Tirano,con todo un pueblo a tus pies?-
Claro. Con esclavos y torturas los jueves por la mañana-
No lo lograrás eres muy bueno Oliver.-
¿Si?¿Y tu, qué quieres ser?-
Es una tontería, no te gustará-
Yo te lo he dicho-
Me gustaría ser un flan, templado, en una pastelería, en el escaparate-
¿Un flan, como el postre?-
Claro, ¿Qué sino?-
Claro, ¡Un flan!-

Aquel día había sido el único en el que habían hablado del futuro. Y esa misma noche, Mischa y Oliver durmieron durante diez años.
Ya con dieciseis años los hermanos cambiaron, todo era diferente.
Ahora los mellizos vivian solos, en un apartamento cerca de la casa de su tía, iban a visitarla a diario, a jugar con sus primos y ayudarla con las cosas de la casa. Ya era rutina, pero los hermanos no estaban tan unidos como antes, casi no hablaban, los dos estaban sumidos en sus historias y en sus vidas, con algunos detalles en común, pero a la vez todo era diferente en ellos.
Oliver, un joven silencioso, serio, maduro, y bastante tímido era el contraste perfecto con su hermana Mischa, una chica alegre, simpática, de aquellas que nunca paran de hablar incluso si se lo pides directamente.
Eran todo lo contrario, y normalmente "los polos opuestos se atraen" pero en ellos era diferente, aquello los distanciaba cada vez más.

···

A finales del año 2108 Mischa se encontraba disfrutando de un día con el que en aquel momento era su novio. Oliver no lo sabía, porque por alguna extraña razón que ella desconocía, su hermano lo odiaba.
Pero el secreto salió a la luz aquella tarde, Oliver los vio y se enfureció tanto que se abalanzó sobre el chico sin ningún reparo. Mischa intentó separarlos pero no había caso, Oliver estaba demasiado ocupado con el chico como para escuchar las peticiones de su hermana.
Pero en algún momento, ninguno de los tres presentes en aquel encuentro sabe como, Oliver se distrajo, por una simple fracción de segundo, y el chico aprovechó para golpear su cabeza con una piedra. Lo que no supo era que le había golpeado en el punto más sensible del craneo, cosa que no tardó en hacer efecto en el joven, que aunque fuese híbrido y tuviera una cualidad medio vampira, no era importal.

Aquella noche Mischa se pasó en el hospital, toda noche, y todas las noches del resto de la semana. Mientras colgaba las llamadas del que había dejado de ser su novio.
La tarde del 27 de diciembre de aquel mismo año, Oliver hacía cuatro días que estaba en el hospital y los cuatro días los había pasado junto a su hermana, no se despertaba, los médicos decían que era imposible que sobreviviera ya que además del golpe la pérdida de sangre había sido abundante.

No puedes hacerme esto...no dijimos que todo acabaría así, la verdad no hablamos de un futuro, pero recuerdo que tu decías "mi futuro" cuando te lo preguntaban, ya ves, yo habría dicho inconcientemente "el nuestro"...-
Quizá me bastaba el presente, será que nos veia jugando durante años.-

Oliver seguia sin despertar, no daba casi señales de vida, y Mischa cada vez se desesperaba más, hasta pensó en dejar el hospital, hasta les dio su número de telefono a las enfermeras, para que la llamaran cuando ocurriera algo, pero no tuvieron oportunidad de hacerlo, porque Mischa aún no abandonaba la habitación mientras seguian pasando los días.

Por cierto, una vez hablamos del futuro, y no nos equivocabamos mucho, ahora mismo me estas haciendo daño cual tirano con sus esclavos. Y yo me estoy convirtiendo en un flan-

Aquellas fueron sus últimas palabras y decidió cruzar la puerta de aquella habitación pero en cuanto tuvo los dos pies al otro lado de la puerta, un ruido, un pitido, agudo, insoportable, que solo podía significar lo peor, hizo que todas las enfermeras y médicos se acercaran a la cama de Oliver, sin dejar ningún hueco libre para que Mischa pudiese ver lo que pasaba, aunque ya lo sentía, ya sentía que algo le faltaba, algo suyo...ella...ya no estaba entera, ya no era Mischa Lecter, no podía serlo si su hermano no estaba con ella.

Ya nada era como cuando tenian seis años.

La joven no dudó en que era momento de cambiar, de alejarse de allí, de su casa, de su familia, o al menos de lo único que le quedaba de ella, su tia y sus primos, que no pesaban lo bastante como para hacer que se quedara allí.
Lo único que podría hacer allí era sufrir, sufrir y llorar la muerte de su hermano, y no quería eso.
Por lo que decidió mudarse a Forks, allí comenzaría su historia, y crearía su futuro, tal y como su hermano quería, tener un futuro cada uno por separado.